Tanto Nafla como Ravi fueron encontrados culpables de corrupción militar. Luego de una investigación policial, se rectificó que ambos raperos conspiraron para evadir el servicio militar mediante certificados médicos falsos.
El Tribunal Penal 7 del Distrito Sur de Seúl (Juez a cargo Kim Jeong-gi) procedió a dictar sentencia contra 9 personas, entre ellas Ravi y Nafla, acusadas de violar la Ley del Servicio Militar. El CEO de Groovl1n, Ravi fue sentenciado a 2 años de libertad condicional y 120 horas de servicio comunitario.
Sin embargo, se le añadió una cláusula por 1 año de prisión. Es decir, si el rapero comete algún delito en sus años de libertad condicional, este tendrá que servir un año en la cárcel de manera mandatorio.
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PERO, ¿QUÉ HIZO RAVI Y QUÉ HIZO NAFLA?
Ravi fue acusado de eludir el servicio militar conspirando con el agente del servicio militar Gu y el representante de la agencia Kim para presentar un falso diagnóstico de epilepsia a la Administración de Personal Militar. Con la ayuda del Sr. Gu, Ravi fingió tener epilepsia y consiguió obtener un certificado médico falso.
El tribunal se refirió a Ravi: “Su delito es muy grave porque intentó eludir el servicio militar exagerando síntomas como la epilepsia aunque no los tuviera (…) Por otra parte, es un delincuente primerizo sin antecedentes penales, además está profundamente arrepentido de su fechoría y es probable que vuelva a someterse a una prueba de determinación del servicio militar para cumplir con sus obligaciones una vez que cumpla su condena”, dijo el tribunal, explicando por qué lo condenó a libertad condicional.
A pesar de estar detenido hace cinco meses, Nafla no evitó la cárcel y fue sentenciado a 1 año de prisión. Al rapero se le acusó de intentar eludir el servicio militar acogiéndose al sistema de “servicio fraccionado”, que permite a los trabajadores de servicios sociales ausentarse del servicio durante un periodo de tiempo si necesitan tratamiento médico o cuidar a un familiar.
En este caso, el rapero intentó varias veces ser declarado no apto para el servicio fingiendo un empeoramiento de sus síntomas de depresión, y se descubrió que no se presentó a trabajar durante 141 días incluso después de haber sido asignado como trabajador de servicios sociales en la Oficina de Seocho-gu. En efecto, tuvo cero días de trabajo.